lunes, 1 de abril de 2013

COTO VAL DOURO

 
Pues por agua que no sea…
Ya no me recordaba de un invierno como el de este año. Dicen los más viejos del lugar que antes los inviernos siempre eran así. Puedo dar fe de ello, pues en mi juventud recuerdo que todo el año estaba lloviendo menos parte del verano.
Esto de ir al sorteo de cotos es lo que tiene, pillas cotos para un día, te viene el tiempo como viene, y es tirar el dinero, pues ir hasta Covas, como que nó.


Así que para perder unas horas, nos quedamos cerca de casa, pescaremos el coto del Ouro, que lo tenemos al lado . La zona escojida, la parte alta del coto, del puente de Lagoa para arriba y abajo.
Intentando buscar los remansos que quedan en las orillas entre las raíces de los árboles, por que la corriente es en algunos puntos bastante fuerte.

 

Como el río va como va y el vadeo se asemeja un poco complicado, y ante la insistencia de la benjamina de que esto de besitos y fotos a las truchas coló un año pero este no le convence mucho y quiere probarlas por primera vez, pues hay que hacer de tripas corazón y recordando viejos tiempos, sacamos del baúl de los recuerdos las cucharillas y los rapalas. Espero que sirva de práctica para el campeonato de Ombreiro de este sábado próximo que no me quiero ni pensar cómo debe de ir el Miño.
Como la mañana estuvo bastante tranquila y no llovió, pues cambiando de zonas buscando aguas un poco más paradas, alguna fue callendo.
Mientras el nutrias, alias “Jugando con anélidos” y "Cigarreras sí, gracias", debía de estar muy mimetizado, porque me fue imposible dar con él y mira que lo busqué.
Después dicen que en el Ouro no las hay grandes. Hombre no es para tirar cohetes, pero alguna tiene.


A eso de las cuatro de la tarde damos por finalizada la jornada, pues los años no pasan en valde y mi espalda ya no está para esta modalidad de pesca


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