Este sábado como no había cotos disponibles, y con el agua que está callendo, y que como ya no sabes ni a donde ir, me dirijo hasta el libre sin muerte que hay en el río Anllo, con la esperanza de poder mojar un poco las ninfas y recordar viejos tiempos.
Pero la cosa no fue muy fructifera, por que para no variar, este iva igual que los demás ríos, con un tiro impresionante.
El vadeo casi imposible, una postura contada, lanzabas los perdigones y venían saltando por encima del agua, así que despues de un buen remojón, finalizo la jornada.
Lo que me llamó la atención fue que con las veces que tengo pescado aquí, cuando era libre tradicional y nunca me había fijado que había un carreiro por la orilla. Desconfia y acertarás.
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