En esta ocasión nos acercamos hasta el coto de Frollais en el río Oribio. Después de comunicarnos con Julito, nos dirigimos a la zona recomendada, que sería la parte alta del coto en Reiriz.
Alguna oración pudimos hacer, pero como no somos muy practicantes, pues así nos fue.
El Camino de Santiago discurría junto por delante de donde aparcamos el coche. El nutrias montando guardia contemplando las especimenes foraneas que pasaban. Notese su cara de felicidad, serían las feromonas que deambulaban por el ambiente.
El río llevaba bastante tiro, aunque en toda la semana no llovió, pero tenía un color como blanquecino y el agua estaba fria de coñons.
¿Que es aquello que se ve en lo alto del castillo? son los gües del nutrias que les está sacando brillo.
Como sufro de eucaliptofobia, este año me he propuesto fotografiar, cada vez que voy de pesca, un ejemplar de árbol autóctono que se salga de lo normal.
Y siempre me dices lo mismo, tus consejos no quiero escuchar, porque sabes decir muchas cosas....
Eso de andar tirando pelotitas al agua pues parece que no funcionó.
¡Ay! ¿Quién maneja mis anelidos, quien és?
Bueno, hasta aquí nuestra pequeña visita al río Oribio, al que hacía que no lo visitaba casi veinte años. No fué muy fructífera, pero nomeusesmuchoquemegasto alias señor de los anelidos, ya puede decir que conoce otro río.
No sé cuando pero ¡Volveré!
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